miércoles, 11 de febrero de 2009

Libertad de movimiento conculcada en ‘el Barrio’.

El Barrio tiene serios problemas de aparcamiento. Como ‘antes’ solo vivían ‘gente humilde y gitanos’, no había problema, porque no había coches. Pero ahora, que viven ‘gente humilde y gitanos’, pero con coches, empieza a haber problemas. Plaza San Francisco y Calle Albaicín se han convertido en un núcleo de conflictos, abusos y agresividad. La zona está sembrada de discos de prohibido ‘Detenerse’, no ya aparcar. Pero a cualquier hora del día, y sobre todo desde la 19’00 o 20’00 horas no solo no hay sitio para detener un coche, sino que a veces es imposible acceder a las viviendas para, por ejemplo, bajar un pasajero (niño, anciano, enfermo), descargar mercancías (muebles, comida, bombonas etc), o pasar a recoger algo olvidado. Perennemente la calle Alta (Albaicín) está impedida por uno o varios vehículos que la han tomado como zona de aparcamiento privado. Los intentos de mediación o negociación han sido en vano.
A veces pasar con un carrito de la compra, o de un bebé, es difícil: con una silla de ruedas es imposible. En una calle de tres metros de ancho, varios coches te obligan a transitar rozando ventanas, macetas, y en fila de a uno si van dos o más. El derecho de circulación de personas y mercancías ¡queda constreñido cuando no conculcado! En alguna ocasión tienes que ir llamando puerta por puerta hasta que aparecen los dueños de los vehículos que, primero te interrogan sobre la procedencia de la gestión que vayas a realizar en tu casa, o a la casa a la que vayas a cargar o descargar; después, si lo ven procedente, minutos después, de mala gana y peores maneras, te franquean, por corto espacio de tiempo, el acceso que, inmediatamente después de tu paso, vuelve a ser bloqueado. En alguna ocasión, si llegas a una hora indebida, la siesta, de noche, o de madrugada: ¿tocas el claxon?, ¿llamas a las puertas?, ¿o te fastidias? Respuesta: Te fastidias.

Al inicio de Salvador Rueda, esquina Ramón y Cajal, donde hay una zona de estacionamiento de motos, aparcan coches. A veces volver de la compra se vuelve una proeza porque no cabe el carrito. Alguna vez se ha tenido que dar la vuelta con un anciano en silla de ruedas o con un carrito de bebé. No muy lejos la policía municipal organiza el tráfico en San Sebastián.

Frente al Centro Médico de la Seguridad Social los coches suelen tomar la acera, obligando a los peatones a circular por la calzada…

En la Plaza de San Frascisco hay dos bares. Algunos clientes de esos bares, y otras personas que, por ejemplo van a la Iglesia o a la parroquia, o a cualquier otra gestión, suelen aparcar en la Plaza. A esa plaza se puede acceder desde la calle Málaga, desde la Calle Salvador Rueda y, marcha atrás, desde Calle Albaicín: mucho tráfico para tan poco plaza y tanto coche indebidamente estacionado. A veces en los bares se pueden ver gratis partidos de fútbol televisados por cadenas de pago, y esos días la afluencia de clientes es grande; el resto de los días también. A veces los clientes de los bares ingieren moderadas dosis de alcohol. A veces te encuentras con la plaza colapsada por coches de clientes que están tomando alcohol mientras disfrutan del partido de fútbol junto a otros clientes. Si intentas acceder a calle Albaicín, o bajar desde ella o desde Salvador Rueda y no puedes, tienes que ir a los bares y pedir por favor a los propietarios de los coches, si están, te entienden y quieren, que aparten sus coches. A veces es fácil, a veces comporta discusión, insultos y amenazas: muchas veces. Muchas veces para acceder a tu casa o transitar por esas calles y la plaza tienes que soportar ser insultado o amenazado por un grupo borrachos y gente que, en general, no respeta tu libertad de movimiento. Curiosamente a esa misma hora, a veces, hay una dotación de la Policía del Municipio dirigiendo el tráfico en la Plaza de San Sebastián.

Los servicios operativos han colocado varias jardineras… pero no suficientes, ni han meditado su ubicación. En calle Álamos, que ha quedado muy bonita, no se ha escatimado en gastos: granito, bancos, mármol… todo. Quizá unos bancos sujetos al suelo, o unos poyetes, o más jardineras, o cualquier otro tipo de elementos fijos, permitirían a los residentes residir, a los vehículos acceder y salir sin dificultades (marcha atrás), y a todo el pueblo disfrutar de la hermosa estampa de la zona donde se originó este pueblo. Quizá la presencia regular y activa de la Policía del Municipio terminaría por disuadir a propios y extraños de que hay otras zonas donde aparcar. Quizá facilitarle a los residentes una zona donde aparcar haría menos necesario aparcar debajo de la ventana. Quizá, a la desesperada, dibujar unas zonas de aparcamiento autorizado en San Francisco dejando expedito el paso y, desde luego nunca en Salvador Rueda o Albaicín.


El humilde y multicultural ‘barrio’ es tan parte del pueblo (puede que más) que el resto de los barrios, zonas, urbanizaciones, y por tanto se merece una atención tan solícita como cualquier otro.
Sr. Alcalde, si Vd. No hace nada, algún día se puede provocar un conflicto social en la zona de proporciones, hoy por hoy, muy previsibles.

1 comentario:

  1. Hola!soy vecino del Barrio Viejo desde hace bastante tiempo y conozco a casi todas las personas que viven en esta zona de Alhaurin,me gustaria saber el tiempo que lleva usted viviendo en el Barrio y cual es su nombre,puesto que hay algunas cosas que comenta que no estoy de acuerdo,mi nombre es Daniel,mas conocido por el"borrego",no se si le sonara,tambien soy militante del grupo socialista,con cualquier duda o si quiere hablar conmigo estoy a su disposicion.un saludo

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